4.4.12


Y hoy me volví a sentir invisible.
Y hoy volvía a necesitar a alguien.
Porque yo no quiero al chabón perfecto.
Yo quiero a ese que tome los momentos y los haga perfectos. Y no estoy nombrando por perfecto a algo sin defectos. Quiero a ese que tome mis defectos y sus defectos y los junte como en un rompecabezas. Como si fueran dos piezas echas para entrelazarse.
Quiero al tierno, pero no al meloso. Quiero el que me de mi espacio, mi aire, mi privacidad y fundamentalmente, mis tiempos.
Quiero a aquel que pueda ser mi amigo. Con el que me pueda sentar a hablar. Dialogar, comentar y fundamentar.
Quiero que alguien me diga que me quiera, pero que me diga porque me quiere.
Quiero a aquel que me acepte tal cual soy. Nunca fui una persona perfecta y tampoco pretendo serlo, porque, al fin y al cabo ¿Quien es perfecto hoy en día? Y mi respuesta es: NADIE.
Porque todos tenemos defectos. Pero quiero que seas lindos con tus defectos y todo.
Quiero a aquel que me de la palabra perfecta en el momento preciso. Al igual que sus sonrisas, sus abrazos y sus besos.
Quiero a un hombre común y corriente, que esté dispuesto a querer. Y a querer de verdad.
Y digo la palabra querer, que incluye respetar, pensar, crecer y sobre todas las cosas, confiar.